“El que conoce a su prójimo es un Erudito, quien se conoce sí mismo es Sabio” Lao Tse.

¿En qué puedo invertir mi dinero?, esta es una respuesta puramente personal que requiere de un proceso interno nuestro de sincerización sobre lo que somos y de Conciliación con lo que deseamos alcanzar y el tiempo de espera o ejecución del que disponemos para lograrlo.  Si   realizamos críticamente una suma  aritmética  personal  sobre estas  tres preguntas:

¿Quiénes somos? + ¿Qué sabemos? + ¿Quién conocemos? = ¿Qué tenemos?,

Y  al saber lo  que tenemos, podríamos realizar otra suma final:

¿Que deseamos? + ¿Cuántos nos  cuesta? + ¿Cómo lo logramos? = Plan

Este plan  estará condicionado transversalmente en todas nuestras tareas por un  elemento común:

¿Cuándo?

El tiempo es una medida que corre recurrente, constante e infinitamente en doble vía como factor determinante de nuestras decisiones de inversión, por tanto, para una misma decisión de inversión existe el tiempo pertinente que esta tolera  para  alcanzar nuestra meta, y el tiempo condicionado que podemos  o estamos dispuestos a esperar para lograrlo, lo más interesante es que este último depende de nosotros mismos y de nuestros propósitos de vida.

En finanzas, el tiempo es generoso con los rendimientos cuanto más largo es el plazo,  como compensación de riesgo  y  es muy benévolo cuanto más corto es el plazo  con la rentabilidad de operaciones comerciales.

Como sujeto de  inversión: El valor de los diamantes, la plusvalía del inmueble,  el rendimiento de los bonos,  la rentabilidad de los productos o el retorno esperado del proyecto, dependerán de nuestro horizonte de tiempo al momento de decidir. En este caso es muy importante saber si, “¿Tienes tiempo para comprar la semilla de Naranja, o prefieres comprar la naranja?”.

Las decisiones de inversión, no deben ser exclusivamente una resultante de las condiciones del mercado o de  oportunidades que se presentan en determinadas circunstancias, muy por el contrario, toda decisión que tenga que ver con nuestras finanzas debe estar en función de lo que deseamos en nuestras vidas y las condiciones que tenemos para alcanzarlas, donde el tiempo  es una variable contínua decisiva y exclusiva de cada individuo.
La próxima vez que tenga que decidir sobre un tipo de inversión, tomate el tiempo de pensar en tu tiempo y veras como la perspectiva se aclara, cuando defines  cuál es tu tiempo.

El potro da tiempo al tiempo porque le sobra la edad, caballo viejo no puede perder la flor que le dan porque después de esta vida no hay otra oportunidad” letra de canción Caballo Viejo de Simón Díaz.

Para decidir en qué inviertes, si  identificas opciones debería antes tener claro:

¿Eres potro o caballo viejo?

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